Luna que miras desde lo alto,
tu sabes los motivos, el porqué.
Luna que vigilas en la noche,
y las estrellas que observan cuando no estas
ustedes saben los motivos, los porqués.
Hace años que un viaje terminó,
el barco que navegaba un mar tormentoso, por fin tocó puerto.
No vengo a dar explicaciones, tampoco a buscar respuestas.
Simplemente sucedió, la travesía se acabó
el destino al que debiamos llegar, llegó
tras una cortina de niebla marina, en un amanecer gris.
Nos dimos un ultimo abrazo, y nos dijimos adiós
en un puerto sorpresivamente limpio, sin desechos ni sobras
bañado con una fina capa de rocio matutino,
y el aroma a sal penetrando nuestros pulmones.
Un caballero te esperaba bajo las farolas y me miraba reacio,
caminaste tranquila, sin miedo y confiada.
Los miré y me sentí contento,
pues no te ibas sola, a pesar de nuestro huracán.
No te quedabas perdida en un nuevo paramo,
no te dejaba abandonada en una nueva carrera.
Y te fuiste y me fui, y los dos viajamos mucho,
demasiado.
Tomé otro barco, y navegué hasta los confines del oceano
surqué mares de nubes, olas gigantes,
viejos demonios aparecieron y monstruos marinos se presentaron
vi sirenas a lo lejos, con espadas y escudos en sus manos
y dragones que volaban por los cielos, escupiendo fuego a su paso.
Y a pesar de todo, ahí seguías, sin dejarme solo.
Te seguía viendo en las algas marinas, en los surcos del viento
y cuando llegué a mi destino, ahí tambien estabas:
en el invierno y su nieve, en la primavera y sus flores.
Y aunque ya no me amabas y yo tampoco te sentía como antes,
continuaba queriendote, y te sigo queriendo.
Y aunque ahora amo a otra persona,
ahi sigues presente:
vienes en sueños, en recuerdos;
en momentos donde escribo, en momentos donde bailo.
Sigues presente:
en las sombras de los arboles, en el zumbido de los abejorros,
o cuando veo una mariposa,
o creo divizar a las hadas.
Ahi estas, presente, siguiendome.
Y esta bien, estoy en paz con ese hecho,
estoy en paz con saber que estas felíz, aunque me sigas visitando.
Estoy en paz con tu presencia, y mis nuevos amores.
Ya no te siento perdida, sino como una aliada,
ya no siento que me odies, pero si que me estimes.
Y yo tambien lo hago, aunque jamás te odié.
Si lees esto, quiero que sepas que me gusta verte en el otro plano,
platicar contigo de la vida y saber como te va,
no dejes de hacerlo, lo disfruto.
Y si, nuestro fin llegó hace ya años,
y aunque aquí seguimos, presente en las vidas del uno y el otro,
nuestros nuevos comienzos ya estan en marcha,
y espero que así sigan,
y espero seguir visitandonos,
aún así pasen las decadas,
espero seguir presente,
que sigamos presentes.
Fin. Inicio.
∞