Siento como el viento se pone cada vez más frío. Estoy sentado sobre suelo húmedo. Preguntan si estoy triste y la respuesta es "sí". Me siento miserable, como una estúpida criatura que busca redimirse, que busca agradar. Alguien que desea llegar ser aquello que deseas. Pero me doy de fauces un golpe en seco contra el muro que te rodea. ¿A dónde se fue aquella llama que te rodeaba y me rodeaba? ¿Ya no soy suficiente para ti? Ya todo te molesta. Si camino a la izquierda tu te vas a la derecha. Si pido tu calor, impones que debo ganarlo. He tenido errores, he cometido faltas y no soy perfecto, no lo soy. Soy imperfecto, soy todo lo que tu no deseabas en alguien. Quizá ya no cumplo tus expectativas y quizá las expectativas que esperas de mi, no siempre llegan. Soy seco la mayor parte del tiempo, soy tímido, soy inseguro, pero a tu lado siento que eso se va, que todo eso se desvanece hasta qué, con la torpeza que me destaca, recaigo en mis errores y recibo de ti únicamente reclamos, a veces insultos y a veces humillación.
¿Perdí mi llama? ¿Se ha desvanecido mi luz?
Siento como si estuviera caminado en un puente colgante, inseguro y que en cualquier momento caerá y me tragará el abismo. Te amo y lo seguiré haciendo aún así tu decidas o el tiempo decida o las circunstancias nos hagan decidir tomar caminos diferentes o destinos distintos, y si en el universo está escrito que tu y yo estemos juntos para vivir este tiempo, esta vida, te amaré como nadie te podrá amar.
No te pido aceptar mis errores, no te pido aceptar mi imperfección si no es lo que deseas. No pido que aceptes cosas en mi que a ti no te agradan, no te parecen o no te hacen sentir a gusto. Simplemente pido que comprendas, que antes de lanzar una roca, me comprendas.
Y si en el fondo del agujero, tu alma siente que no puede contra mi naturaleza, te entenderé. Te aceptaré el rechazo, la negación, la despedida misma.
Y no volveré a insistir en una batalla que he perdido.
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