Cómo el viento que viene y que va.
Cómo la noche que acecha y que al amanecer se dispersa.
Cómo los sueños pasajeros, las pesadillas interminables.
El tiempo que permanece constante,
los días efímeros de la vida de un caminante.
La dama que duerme en silencio, se evapora entre un blanco lienzo.
Se va volviendo viento.
Ella viene y ella se va.
Entre nubes ella se va.
Entre estrellas que la guían y la velan.
Entre dioses que observan su partida.
Y este humano, que lamenta verla perdida.
Como el viento, como la lluvia.
La dama de blanca moldura,
se va de este mundo a paso lento.
Ella se evapora en el viento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario