Dos lados. Dos caras.
De un lado soy el benévolo, el pacifico y amoroso.
Del otro soy el desastre. Una tormenta, torbellinos de desolación.
De un lado hay alegría y una música vivas y jubilosa.
Del otro hay silencio. Es como estar en medio del desierto.
De un lado esta mi cara mundana. La que todos ven.
Del otro, no tengo solo una cara.
De un lado puedo ser sereno y amable.
Del otro, puedo ser un monstruo.
A veces temo a mis dos lados,
pues uno es el que domina, siempre domina,
pero el otro, el menos conocido...
aguarda.
Aguarda paciente y temo que un día salga.
Al otro lado del espejo de mi alma,
temo que mis otras caras se revelen.
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