Yo tenía un navegante
que en muchas maneras era mi contra-parte
con él salía en las noches de luna llena
a escuchar el canto de alguna bella sirena.
Recorríamos mares de estrellas
y explorábamos tierras bellas,
solía ver con él los cielos nocturnos
y divagar por horas, hasta el primer rayo diurno.
Pero ese navegante ha naufragado,
se ha perdido y no ha regresado.
Recorrí los océanos de galaxias
para buscar en ellos rastro de él
pero mis pistas eran falacias,
mentiras que yo mismo me creaba,
pues esperaba un día
encontrarlo al legar el alba.
Y volver a navegar esos mares estelares
y visitar de nuevo mundos particulares.
Pero el navegante ha naufragado,
mi contra-parte se ha evaporado...
lundërtar.
lundërtar.
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